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La transición energética es el proceso de cambio hacia un sistema energético más sostenible y limpio, lo que implica para las industrias la reducción en la dependencia de los combustibles fósiles y la incorporación de nuevas fuentes de energía renovable, así como cambios en la infraestructura y en los patrones de consumo y producción energética.
En una reciente entrevista sobre la transición energética, destacó el experto Juan Manuel López Arboleda, Director de Negocios de Unigas, la importancia de reducir la dependencia de los combustibles fósiles y promover el uso de energías renovables para mitigar el cambio climático. También se discutió sobre la necesidad de incentivar el desarrollo de tecnologías limpias para impulsar la transición energética a nivel global.
Transición energética
P/: ¿Qué es la transición energética y por qué es importante?¿Qué cambios implica?
Juan Manuel López Arboleda: En términos sencillos, es hacer un cambio en la forma en que se han venido desarrollando y obteniendo las energías que actualmente se están trabajando, a nivel país, para todos los diferentes sectores.
Cuando uno habla en términos globales se está incluyendo a países europeos, donde la generación se puede realizar con productos fósiles, a diferencia de Colombia, donde tenemos una matriz energética en cierta forma limpia, ya que prácticamente el 80% es energía hidráulica.
Mientras que la transición energética en el país, está enfocada hacia ciertos nichos donde todavía se está cocinando con leña, carbón, hasta inclusive en procesos productivos donde se están utilizando todavía combustibles fósiles.
Es un tema ambiental que tiene que trascender para lograr obtener las metas de reducción de la huella de carbono, así como para apoyar a estas empresas y a estas personas que están utilizando estos combustibles de alta contaminación, para que tengan una mejor calidad de vida y unos procesos energéticos más eficientes.
P/: ¿Cuáles son esos nichos que en Colombia requieren esa transición de una manera más inminente?
JM: En el sector industrial, por ejemplo, hay muchas empresas que todavía están utilizando carbón. No quiere decir que sea un mal energético, pero sí se han demostrado los efectos cancerígenos hacia las personas que están involucradas en el proceso, por la manipulación que muchas empresas no lo controlan.
Entonces al hacer un análisis exhaustivo de toda esa cadena, considerando factores ambientales, de seguridad industrial, salud ocupacional, la transición a otros energéticos, se logra llegar a apalancar esa diferencia en precio.
El problema está en que lograr hacer ese análisis juicioso es muy complejo, solo lo han logrado hacer las empresas con grandes recursos con un capital humano y un área técnica encargada para ello; lo que no sucede con las pymes que se ven muy enfocadas hacia la eficiencia, sólo considerando producción versus demanda de energía. Entonces, cuando uno ve solamente ese ejercicio, allí es donde obviamente el carbón, tiene todas las de ganar.
Hay otros nichos de mercado donde se están utilizando combustibles fósiles como el diésel, la gasolina, el fuel oil y aceites quemados, que se reprocesan para quitarle un poco de impurezas, envasarlo y volverlo a utilizar. Hay muchos derivados de ese tipo de aceites que uno se encuentra, que se desconoce la procedencia.
P/: ¿Cómo se caracterizan los combustibles de transición y cuáles son los principales?
JM: Prácticamente es por su composición de metanos y butanos, cuyas emisiones atmosféricas al quemarlos son muy inferiores a otros combustibles fósiles y además no tienen esas afectaciones a la salud.
Por ejemplo en su estado líquido, puedes llegar a tener contacto con el gas de una forma repetitiva y no va a ser nocivo, obviamente en cantidades pequeñas. Ya cuando está en su estado gaseoso, cuando él sale a la atmósfera se diluye en el aire y no tiene esas implicaciones a la salud.
Actualmente en el mundo hay otros energéticos. El tema eólico se está manejando a gran escala, sin embargo vimos lo que le pasó recientemente a Alemania que volcó casi gran parte de su producción de energía hacia la eólica y con el tema de la guerra e inconvenientes climáticos, no tienen la producción suficiente. Su matriz energética decreció bastante, y han tenido que volver a depender de las térmicas que funcionan con gas. También tenemos la geotérmica, que la utilizan mucho en Europa, en países europeos donde utilizan los geiser para mover turbinas y producir energía.
Tengamos en cuenta que la energía no solamente es eléctrica, que es la más conocida. También existe la térmica, que se utiliza en cocción de alimentos y en procesos industriales, entre otros usos. Y ahí es donde entran a jugar todos estos energéticos, obviamente sin despreciar el gas natural, está sobre la mesa y es el predominante en el mercado colombiano. A diferencia de otros países como México, Perú y continentes como Europa, que ha sido al revés, el gas licuado ha tenido una mayor influencia. Pero donde hay gas natural se puede producir gas LP.
Hay otras fuentes de energía, como la nuclear, que es una energía limpia , muy eficiente, pero que demandan grandes inversiones, temas de infraestructura, de control de riesgos y de manipulación, muy exigentes .
CONCLUSIONES
La transición energética implica un cambio en la forma en que se han venido obteniendo y desarrollando las energías a nivel país e industria para diferentes sectores, y es un tema importante para reducir la huella de carbono a nivel mundial. En Colombia, esta transición es necesaria en nichos como el sector industrial, donde muchas empresas aún utilizan carbón y otros combustibles fósiles de alta contaminación. Las energías de transición, como el gas licuado, son una opción más limpia que presenta emisiones atmosféricas inferiores y menos afectaciones a la salud.
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