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El sector comercial se enfrenta a mayores exigencias de flexibilidad y bienestar laborales, así como a una creciente conciencia ecológica. El GLP es una alternativa para abordar estos retos: es una energía más limpia, eficiente y rentable.
En los últimos dos años las dinámicas laborales han cambiado, especialmente con la difusión del teletrabajo y la combinación entre el trabajo presencial y el remoto. El sector comercial no ha sido ajeno a estas transformaciones: tiene el reto de adaptar sus espacios y recursos al nuevo entorno laboral con una combinación de puntos de venta presenciales y plataformas comerciales virtuales.
Al mismo tiempo, cada vez hay más empresas que apuestan por el regreso a la presencialidad. Sin embargo, los colaboradores que vuelven a las oficinas tienen otras demandas como mayor flexibilidad laboral y condiciones que garanticen su bienestar personal.
Los trabajadores, así como los consumidores, también están demandando empresas con mayor compromiso medioambiental. Desde el punto de vista de los Recursos Humanos y del mercado laboral en general, ser una empresa sostenible significa fomentar el bienestar de los empleados. Por ello, apostar por la sostenibilidad es clave para adaptarse a la nueva forma de trabajar. Una manera de lograrlo es con el uso de gas licuado de petróleo (GLP).
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Sostenibilidad: una forma de adaptarse a las nuevas dinámicas de trabajo
Algunas variables que sirven para evaluar si una empresa del sector comercial es sostenible son el ahorro energético, la eficiencia en el uso de los recursos, el comercio de proximidad o la ética empresarial.
En lo que respecta a la eficiencia energética, una de las claves para alcanzarla es apostar por fuentes de energía más limpias. En este sentido, el GLP puede ser una gran alternativa para el sector comercial porque:
- Produce menos dióxido de carbono (CO₂) que los combustibles tradicionales; tampoco produce desechos tóxicos.
- Produce un menor desgaste en los equipos; como resultado, disminuyen los gastos de mantenimiento.
- Tiene un alto poder calorífico: genera más energía que el carbón, la madera o el gas natural.
- Con este combustible, los motores de los vehículos son más silenciosos y no desprenden olores. Por ello, si se utiliza para el transporte de mercancías, puede ayudar a reducir la fatiga de los conductores.
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Además de sus beneficios económicos, el uso del gas licuado de petróleo también contribuye con las nuevas dinámicas laborales, pues su uso demuestra el compromiso de una empresa con sus trabajadores y consumidores de tener procesos más ecológicos. El resultado es una mejor reputación, una de las condiciones del buen desempeño de cualquier organización.
Por ello, el GLP, como combustible de transición hacia las energías renovables, es, sin duda, una de las mejores alternativas para que las empresas se encaminen hacia la sostenibilidad.
Puntos importantes:
- El comercio enfrenta nuevas dinámicas laborales que no existían antes de la covid-19.
- Trabajadores y consumidores demandan de las empresas mayor compromiso medioambiental.
- La eficiencia energética es una de las mayores exigencias que enfrentan las empresas.
- Es necesario apostar por fuentes de energía más limpias, como el GLP. Este combustible produce menos CO₂ que los combustibles tradicionales y desgasta menos los equipos.
- El uso de gas licuado de petróleo demuestra el compromiso ecológico de una empresa.