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Razones por las cuales el uso del GLP como combustible puede mejorar el desempeño de los montacargas.
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En este artículo se explica que al usar GLP en los vehículos montacargas se reduce su desgaste, su mantenimiento resulta más económico y el impacto medioambiental es menor.
Los montacargas o elevadores de carga son vehículos de transporte pesado diseñados para mover de forma vertical mercancías y materiales. Dada su utilidad, la demanda de las empresas comerciales e industriales por montacargas ha aumentado considerablemente; de allí que sea importante saber cómo mantener este activo en óptimas condiciones.
En comparación con los ascensores de servicio o de pasajeros, los montacargas se movilizan a velocidades más lentas, pueden transportar cargas mucho más pesadas y están diseñados para soportar condiciones de trabajo más duras.
Lograr que estos vehículos tengan una combustión más limpia es un objetivo alineado con la protección del medioambiente; para ello, lo recomendable es sustituir los combustibles más contaminantes, como el diésel, por el gas licuado de petróleo (GLP).
En el mercado hay cuatro tipos de montacargas según el combustible que empleen: eléctricos, de gas licuado de petróleo (GLP), de diésel y de gasolina.
Los montacargas eléctricos todavía se encuentran en desarrollo. Sus baterías aún no tienen la capacidad necesaria para una óptima operación. Adicionalmente el proceso de recarga de la batería puede tomar tiempo.
Los elevadores de carga de diésel, si bien son más económicos en términos del valor inicial de compra, son más costosos de mantener, causan un mayor impacto medioambiental y pueden ser riesgosos por el tipo de carburante que utilizan.
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Así, utilizar vehículos montacargas de GLP es una alternativa valiosa. Este combustible, compuesto por gas propano y butano, tiene la cualidad de licuarse y convertirse en un carburante eficiente, de pocas emisiones contaminantes y bajo costo. Su composición química le permite emitir menos emisiones de CO2 y causar un menor impacto ambiental, un asunto clave para su aceptación en el mercado.
Pruebas realizadas por el Real Automóvil Club de España (Race) junto con otros clubes europeos arrojaron que el GLP es un combustible seguro y no implica riesgos para los ocupantes de los vehículos.
Ya que el Consejo Mundial de Energía considera al GLP como un combustible limpio y sostenible, y por ende amigable con el medio ambiente, vale tener en cuenta que los elevadores de carga se pueden convertir para que usen GLP aunque originalmente se hayan adquirido para utilizar otro combustible.
Mejor con GLP
Los vehículos montacargas se pueden clasificar según su capacidad máxima y los procesos de carga y descarga para los que se fabrican. Aquí compartimos las razones por las cuales utilizar GLP como combustible para los montacargas puede tener un impacto positivo en su rendimiento.
Conoce cuáles son las ventajas y desventajas de los montacargas a gas licuado.
Uso en Interiores y exteriores
Los montacargas que usan GLP se pueden utilizar con menores riesgos en espacios interiores, como bodegas o almacenes, pues emiten menos gases tóxicos y son menos ruidosos, de manera que cumplen las políticas de seguridad industrial más exigentes.
Recarga estable
Los elevadores de cargas que funcionan con GLP mantienen su potencia y velocidad de elevación de forma constante durante largas jornadas de trabajo y con cargas completas, comparados con los montacargas eléctricos. Además, los cilindros de GLP se reemplazan fácilmente.
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Impacto en el medioambiente
Los montacargas impulsados con GLP producen 25% menos emisiones de CO2 y 68% menos emisiones de óxido de nitrógeno comparados con los montacargas de diésel, lo que los convierte en vehículos más amigables con el medioambiente.
Menor costo y mantenimiento
Los montacargas de GLP tienen una mayor vida útil pues el desgaste del motor es menor, dado que el GLP no deteriora tanto los cilindros y los segmentos del motor como otros combustibles. Además sus repuestos son bastante económicos y su disponibilidad es amplia.
Un montacargas impulsado por GLP tiene un valor en el mercado usualmente inferior que los vehículos de diésel, debido a que los de diésel sólo se pueden utilizar en espacios interiores con sistemas de ventilación.
Además, el GLP deja menos restos de carbón en la combustión, lo que hace que el aceite del motor se mantenga limpio durante más tiempo.
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Mejor que la competencia
Los montacargas impulsados por GLP pueden usarse en todo tipo de espacios y funcionan cerca de ocho horas sin cargar combustible. Al contrario, la batería de los montacargas eléctricos tarda muchas horas en cargarse y, por lo tanto, el vehículo permanece detenido durante largo tiempo; son, además, más costosos que los de GLP. También hay que acondicionar una estación de carga de baterías, lo que reduce el espacio disponible.
En resumen, las ventajas de un montacargas que use GLP son:
- Bajo costo de adquisición
- Uso en interiores y exteriores
- Pocas emisiones de gas contaminante
- Menor costo de mantenimiento
- Rápida recarga de combustible