Impacto de los valores corporativos en la transición energética de las empresas

El éxito de las empresas es el resultado, en gran parte, del talento y los valores de sus miembros. Fomentar culturas organizacionales amables y generosas promueve la productividad, eficiencia y felicidad de los colaboradores, incentivando su compromiso con los objetivos e iniciativas sostenibles, como la transición energética.

Mejor cultura, mejor transición energética.

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Las iniciativas sostenibles en las organizaciones, como la descarbonización y la implementación de sistemas energéticos híbridos, junto con modelos de liderazgo basados en la amabilidad y la compasión, tienden a despertar la admiración de los colaboradores. Esa admiración los inspira a contribuir con los esfuerzos de transición energética. Los líderes de las empresas deben aprovechar tales circunstancias para que los colaboradores comprendan el impacto de sus acciones personales en la consecución de los objetivos energéticos de la organización; acciones tales como ahorrar o reutilizar recursos, reciclar y aportar ideas para proyectos energéticos más limpios para sus empresas, grupos de interés y comunidades aledañas.

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Las organizaciones demandan líderes inspiradores, capaces de promover comportamientos amigables con el entorno social y ambiental. Liderar es mucho más que coordinar tareas, supervisar o asignar proyectos; es comprender el contexto y sus necesidades, investigar y proponer soluciones y, sobre todo, forjar equipos multidisciplinarios, sensibles, empáticos, generosos, comprometidos y dispuestos a aportar en todos los ámbitos para garantizar recursos para las futuras generaciones.

La transformación energética es una de las necesidades globales más importantes. No en vano “energía asequible y no contaminante” es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En efecto, acciones como garantizar el abastecimiento y la continuidad del suministro eléctrico, incluso en zonas no interconectadas, y promover las energías limpias, es una prioridad para los gobiernos y las empresas.

De allí la importancia de vincular a las personas en la construcción de acciones que marquen la diferencia. Las empresas tienen una gran oportunidad de desarrollar su talento humano en pro del ambiente, potenciando valores como la generosidad, la amabilidad y la compasión.

La cultura organizacional y sus efectos en los colaboradores

De acuerdo con un análisis publicado en Harvard Business Review, sobre los estudios anuales de la consultora Gallup, entre los colaboradores estadounidenses hay varias formas de generar felicidad y compromiso en el trabajo. Por una parte, está el reconocimiento que le dan los líderes a las buenas conductas de sus colaboradores, y por otra, la satisfacción que se produce al promover espacios para participar en acciones altruistas, aportando tiempo y dinero a otras causas sociales y medioambientales. 

Buscar objetivos compartidos para socializar, entablar buenas relaciones y contribuir al bien común es una manera de tener empleados felices y comprometidos, cuya satisfacción pueda potenciar el cambio de las organizaciones en muchos ámbitos: conductas, paradigmas, procesos y resultados. Porque las personas felices trabajan mejor y añaden valor a su entorno de manera proactiva.

Consulta sobre La Cultura Empresarial y las Estadísticas de Participación de los Empleados. 

Esto se demuestra con los resultados publicados por Culture IQ en 2019, en los que aseguran que las empresas con culturas fuertes tienen un ambiente de trabajo 20% más colaborativo y alineado con la misión y los valores corporativos. Y un 98% de ejecutivos y 88% de colaboradores consideran que una cultura distintiva es importante para el éxito de las empresas. 

La importancia de los valores corporativos en la acción climática

La cultura organizacional es el conjunto de comportamientos, valores y creencias compartidas por los miembros de una organización. Una cultura positiva es una buena base para que una organización tenga resultados positivos y colaboradores comprometidos. Por eso, es importante fomentar los valores y las prácticas de empatía, liderazgo, libertad, generosidad, amabilidad y reconocimiento. 

Lee el porqué no hay que subestimar a la amabilidad en el ambiente de trabajo. 

La consecución de los ODS y del Acuerdo de París dependen del esfuerzo mancomunado de diversos actores sociales comprometidos con cambios como la transición energética a fuentes más limpias como las energías renovables o el gas licuado de petróleo (GLP), por ejemplo. En este sentido, el PNUD establece claramente la importancia del trabajo de los gobiernos, las empresas y la sociedad. En lo que concierne a las empresas, una de las formas de incentivar un verdadero compromiso con estos cambios es a través de la fomentación de valores positivos en las culturas organizacionales. 

Valores positivos como la amabilidad, la compasión, la generosidad y la empatía, han adquirido mayor relevancia en los entornos organizacionales porque promueven la productividad, la felicidad y el compromiso de los colaboradores con la consecución de los objetivos empresariales, entre los cuales cada vez adquiere mayor relevancia la eficiencia energética. 

Tanto el liderazgo como el fomento de valores corporativos son pilares fundamentales de las culturas organizacionales que se orientan a obtener resultados positivos en la transición energética de las empresas. Es necesario trabajar en la transformación organizacional enfocada en la eficiencia energética. 

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Contenido elaborado por Castleberry Media para Empresas Gasco.