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¿Sabías que el gas licuado está revolucionando la agricultura? Esta alternativa está transformando la producción de alimentos al optimizar recursos, reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire.
La agricultura es un pilar fundamental de la economía colombiana, ya que no solo genera empleos, sino que además abastece de alimentos a la población. Sin embargo, este sector también enfrenta desafíos significativos en términos de sostenibilidad.
La creciente demanda de alimentos, la escasez de recursos naturales y los efectos del cambio climático plantean interrogantes sobre cómo lograr una producción agrícola que sea económicamente viable y al mismo tiempo respetuosa con el entorno en el que se desarrolla.
Desafortunadamente, existe poco conocimiento sobre el impacto ambiental de la producción agrícola. Según una encuesta del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), solo el 18% de los colombianos considera que la forma en que nos alimentamos es la principal causa de la pérdida de naturaleza y degradación del ambiente. Además, el 62% asocia la contaminación solo al uso de pesticidas. Esto refleja una falta generalizada de conciencia sobre la conexión entre la producción de alimentos y los problemas ambientales.
En este contexto, es crucial explorar nuevas alternativas y tecnologías que promuevan prácticas agrícolas sostenibles. Una de ellas es el uso del gas licuado (GLP), puesto que al ser un combustible versátil y limpio puede desempeñar un papel clave en la transformación del sector agrícola colombiano hacia prácticas más respetuosas con el medioambiente.
Desafíos y beneficios ambientales del gas licuado en la agricultura colombiana
La industria agrícola en Colombia enfrenta varios desafíos ambientales, según Carlos Andrés Torres, Director Comercial de Granel de la Región Centro de Unigas. Estos incluyen la deforestación, el uso de agroquímicos, la eficiencia energética, la gestión del agua y las emisiones de gases de efecto invernadero.
El empleo de gas licuado puede abordar estos desafíos y mejorar la sostenibilidad ambiental de la agricultura en Colombia. Torres afirma que este energético ofrece beneficios significativos para, por ejemplo, reducir la deforestación, ya que puede disminuir la necesidad de utilizar leña o carbón vegetal en actividades como la cocción de alimentos y el secado de cultivos.
Además, este combustible puede ayudar a garantizar un manejo más adecuado de los agroquímicos. Podría utilizarse en la producción y distribución de pesticidas y fertilizantes, lo que ayuda a tener un manejo más idóneo de estos productos y reduce la contaminación del suelo y el agua en comparación con otros combustibles.
En cuanto a la eficiencia energética, Torres también destaca el uso del gas licuado en maquinaria agrícola (como combustible para tractores, cosechadoras y pulverizadoras), en equipos de riego (para sistemas de bombeo y generación de energía) y de secado (como secadoras de granos para proporcionar un calor uniforme y controlado). Esto se traduce en procesos más rápidos, en un menor consumo de energía y en una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción agrícola.
El agua es un recurso vital para la agricultura. Como el gas licuado se utiliza en sistemas de riego agrícola, esto ayuda a optimizar el uso del agua y permitir un control preciso y eficiente de la irrigación. De este modo, se contribuye a la conservación del agua y a la reducción del desperdicio.
Además de abordar los desafíos mencionados, el gas licuado puede ser una alternativa menos contaminante en comparación con combustibles fósiles, carbón o leña, ya que no deja residuos tóxicos. Por tanto, ayuda a reducir los efectos del cambio climático en la agricultura y a cumplir con los compromisos ambientales adquiridos por el país.
¿Qué beneficios pueden esperar los agricultores al adoptar el gas licuado en sus operaciones?
El uso de gas licuado en las operaciones agrícolas ofrece una serie de beneficios significativos para los agricultores. De acuerdo con Carlos Andrés Torres, los principales son:
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Eficiencia energética
El gas licuado es un combustible altamente eficiente, su combustión es completa y uniforme, lo que conlleva un mejor rendimiento de los equipos agrícolas. Al utilizar este combustible, los agricultores pueden aumentar la eficiencia de sus actividades, lo que se refleja en una mayor productividad y un menor consumo de combustible.
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Reducción de costos
La utilización de gas licuado puede disminuir los costos de energía en las operaciones agrícolas. Gracias a su eficiencia, permite ahorrar combustible, lo que puede tener un impacto positivo en los resultados financieros de los cultivos a largo plazo.
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Menor mantenimiento de equipos
Este combustible produce menos residuos en comparación con otros, lo que significa que los agricultores pueden experimentar una reducción en los costos y el tiempo dedicado al mantenimiento de sus equipos. Al emplear gas licuado, los equipos agrícolas necesitarán menos mantenimiento, lo que les permite utilizarlos durante más tiempo y aumentar su productividad.
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Impacto ambiental reducido
También es importante mencionar que el uso de gas licuado tiene un impacto ambiental menor que otros combustibles como el carbón, el diésel o la leña. Este energético ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejora la calidad del aire en las zonas agrícolas. De esta manera, los agricultores cumplen con las regulaciones ambientales y promueven prácticas agrícolas sostenibles en sus regiones.
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Mayor seguridad
El almacenamiento y transporte de gas licuado se realiza de manera segura, ya sea en cilindros o en tanques estacionarios. En este sentido, su uso ofrece mayor seguridad a los productores en comparación con otros combustibles fósiles inflamables, lo que les proporciona tranquilidad en sus actividades agrícolas.
Obstáculos que impiden un mayor uso del gas licuado en la agricultura colombiana
De acuerdo con Gustavo Medina, ejecutivo de cuentas de Unigas, uno de los principales obstáculos en la agricultura es la falta de conocimiento energético y el desafío de romper con la mentalidad arraigada en los agricultores que han estado trabajando con combustibles pesados o líquidos durante 20 o 30 años.
“Para ellos, el cambio hacia el gas licuado les genera incertidumbre y dudas, ya que representa algo nuevo… En Colombia estamos rezagados en la adopción de estas tecnologías y es difícil cambiar la forma de pensar e involucrar a los productores en el uso de una opción más económica, segura y eficiente”.
Por ello, Medina señala que el principal obstáculo es cultural y se debe al desconocimiento del sistema de gas licuado. Carlos Andrés Torres coincide con esto, pues comenta que algunos agricultores no están familiarizados con las ventajas del gas licuado en comparación con otros combustibles tradicionales que utilizan.
“Esta falta de conocimiento puede generar reticencia a adoptar algo nuevo. Es crucial proporcionar información y educación sobre los beneficios del gas licuado para superar este obstáculo”, asegura Torres.
Para él, otra barrera es la infraestructura limitada o inadecuada para la distribución en los puntos de suministro, ya que dificulta el acceso de los agricultores al gas licuado. Además, menciona los costos iniciales como otro desafío, especialmente para los productores con recursos financieros limitados, así como el acceso restringido a la financiación para pequeñas y medianas empresas.
Cómo afrontar los desafíos que presenta la adopción del gas licuado en el sector agrícola
Los obstáculos que presenta el uso del gas licuado en el sector agrícola en Colombia requieren estrategias y programas efectivos para superarlos.
“El gobierno en Colombia ha implementado programas de incentivos y subsidios para promover la conversión a combustibles más limpios. Estos tienen como objetivo ayudar a los agricultores a superar los costos iniciales y hacer que la adopción de este combustible sea más accesible desde el punto de vista financiero, económico y técnico”, afirma Carlos Andrés Torres.
En cuanto a lo que está haciendo Unigas para afrontar los desafíos que presenta la adopción del gas licuado en el sector agrícola, hay que destacar que van más allá de proporcionar el combustible a quien lo necesite. También brindan acompañamiento y apoyo técnico a los agricultores interesados en adoptar este energético. Si quieres conocer a qué soluciones puedes acceder, contáctanos y recibe una asesoría gratis.
En ese sentido, Gustavo Medina menciona que en la empresa se llevan a cabo campañas de concienciación y capacitaciones sobre el uso adecuado, la implementación de prácticas seguras de almacenamiento y manejo del combustible, que están dirigidas a educar a los productores sobre los beneficios del gas licuado en comparación con otros combustibles. Estas campañas se centran en resaltar la eficiencia energética, la reducción de emisiones y los ahorros económicos que se pueden obtener al utilizar este energético en las operaciones agrícolas.
Gracias a esto, han logrado cambiar la mentalidad de aquellos que dudan sobre el gas licuado y les han mostrado los beneficios que pueden obtener en términos de ahorro de costos y mejoras en sus operaciones productivas. “Estamos implementando estrategias que incluyen programas piloto, visitas comerciales y demostraciones de éxito”, asegura.
En relación con la infraestructura logística, Carlos Andrés Torres destaca la importancia de proporcionar suministros de gas licuado en áreas rurales.
“Se están realizando esfuerzos para que nuestra infraestructura de logística pueda llegar a tener suministros en las áreas rurales y remotas, donde muchos agricultores tienen dificultades para acceder a un combustible”. Esto se logra mediante la instalación de tanques estacionarios que amplían la posibilidad de almacenamiento de combustible en los territorios de los productores y facilitan su utilización.
Estas iniciativas de Unigas en el sector agrícola demuestran su compromiso en el desarrollo sostenible y la promoción del gas licuado como una alternativa energética eficiente. A través de proyectos en diversas cadenas de producción agrícola, como el secado de granos, el riego eficiente para cultivos de arroz y la cría de aves, la empresa busca contribuir a la seguridad alimentaria en Colombia.
Conclusiones
La transición hacia el uso de gas licuado como una alternativa sostenible en el sector agrícola es fundamental. Esto contribuirá a reducir las emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire, al tiempo que se optimiza la eficiencia y productividad de las operaciones agrícolas.
Superar los paradigmas existentes en el sector agrícola y promover el uso del gas licuado no solo mejorará los resultados económicos y de salud de los agricultores, sino que también contribuirá a la expansión de la actividad agrícola.
La visión de Unigas es lograr una agricultura colombiana más sostenible, eficiente y competitiva a través de la utilización del gas licuado. Este enfoque permitirá reducir costos, mejorar la posición de Colombia en el sector agrícola a nivel internacional y superar los desafíos ambientales y económicos actuales. Por consiguiente, si quieres impulsar la sostenibilidad en tu actividad, te invitamos a contactarte con nosotros y a conocer nuestras soluciones.
Puntos importantes:
- La agricultura es un pilar fundamental de la economía colombiana, ya que no solo genera empleos, sino que además abastece de alimentos a la población.
- El uso del gas licuado (GLP) puede desempeñar un papel fundamental en la transformación del sector agrícola colombiano hacia prácticas más respetuosas con el medioambiente.
- El gas licuado puede abordar desafíos ambientales como la deforestación, el uso de agroquímicos, la eficiencia energética, la gestión del agua y las emisiones de gases de efecto invernadero.
- La utilización de gas licuado en las operaciones agrícolas ofrece beneficios significativos como eficiencia energética, reducción de costos, menor mantenimiento de equipos, impacto ambiental reducido y mayor seguridad.
- La adopción del gas licuado en la agricultura colombiana requiere superar obstáculos culturales, mejorar la infraestructura y promover programas de concienciación y capacitación.