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Entre 2023 y 2027 ocurrirá el fenómeno del Niño más agresivo de la historia, según la Organización Meteorológica Mundial. ¿Qué alternativas tienen las empresas colombianas para enfrentar sus consecuencias?
En 2023, el fenómeno del Niño causará cambios climáticos extremos en diferentes regiones de Colombia. Además, existe un 90% de probabilidad de que las condiciones adversas asociadas a El Niño sigan presentes durante el segundo semestre de 2023 y los primeros meses de 2024, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial.
Dadas estas circunstancias, es importante evaluar con rigor las posibles consecuencias socioeconómicas, ambientales y energéticas de este fenómeno climatológico para las empresas colombianas. Por esta razón, te presentamos una guía sobre las implicaciones de El Niño en 2023, así como una descripción de sus efectos negativos sobre la producción colombiana y las opciones para mitigar sus riesgos.
El Niño: definiciones básicas y alcance en Colombia
El Niño es un fenómeno climático que se caracteriza por un período de nueve a doce meses de sequías o lluvias intensas (según el territorio). Se manifiesta cada dos a siete años y se produce por el calentamiento de la superficie del océano Pacífico en su zona ecuatorial cerca de las costas de Suramérica.
En Colombia su incidencia se manifiesta directamente en la Región Caribe (Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Riohacha, Sincelejo, Montería y Valledupar), la Región Andina (Bogotá, Medellín, Ibagué, Neiva, Manizales, Pereira, y Armenia) y el Sur del Pacífico (Cali, Popayán y Pasto), donde se experimentan impactos como:
Altas temperaturas
El aumento de la sensación térmica se manifiesta de dos maneras. En primer lugar, olas de calor prolongadas, con temperaturas medias que aumentan entre un 0,5 y un 2,5% en relación con los registros históricos. En segundo lugar, disminución de las precipitaciones (entre un 10 y 20% menos que la cantidad usual). Esto supone un riesgo de desabastecimiento de agua para 207 municipios ubicados en 16 departamentos.
Inseguridad alimentaria
La acción combinada de las olas de calor y de la ausencia de lluvias afectaría a las cosechas agrícolas. Por ejemplo, la gran evaporación del suelo y la radiación solar amenazarían la integridad de los cultivos de algodón, yuca, maíz, cacao, plátano y frutas, entre otros rubros de las regiones Caribe y Pacífica, mientras que las heladas y la falta de nutrientes perjudicarían la maduración de los cultivos de café, papa y hortalizas de la Región Andina.
Como resultado, aumentarían los precios de los alimentos, que afectaría al 30% de la población colombiana (15,5 millones de personas, que ya padecieron una aguda inseguridad alimentaria entre octubre y noviembre de 2022).
Encarecimiento energético
El fenómeno del Niño reduciría notablemente el caudal de los ríos colombianos. Esto tendría graves consecuencias para el Sistema Interconectado Nacional (SIN), pues el 66,8% de su matriz de generación proviene de la energía hidroeléctrica. De hecho, la generación de energía proveniente de los embalses ha disminuido un 10,01% entre abril y mayo de 2023.
Por este motivo, se incrementaría aún más el costo de la tarifa de electricidad en un contexto de alta demanda, y obligaría a usar fuentes de generación térmica para garantizar el abastecimiento energético nacional.
Gas Licuado (GLP) y sus ventajas para afrontar El Niño
Para mitigar los efectos del fenómeno del Niño, el gas licuado (GLP) ofrece un conjunto de beneficios competitivos para varios sectores económicos.
Agrícola
El gas licuado GLP es una fuente de energía de mayor rendimiento y menor costo para los vehículos agrícolas, algo clave si se tiene en cuenta el aumento del precio de la gasolina y el eventual aumento del precio del ACPM a inicios de 2024.
Asimismo, el gas licuado contribuye a la innovación y a la independencia energética de las unidades agrícolas, ya que sirve como suministro de los sistemas de riego y ofrece ahorros de hasta el 60%. De este modo, se gestiona el uso eficiente de los recursos hídricos durante la temporada de sequía y se garantiza la integridad de los cultivos de alimentos que forman parte de la canasta familiar.
Por otro lado, la floricultura necesita de temperaturas entre los 6º y los 27º. En este contexto, el gas licuado aporta a los invernaderos potencia calorífica constante y fertilización carbónica, de tal forma que las flores no sufren estrés por altas temperaturas ni quemaduras por heladas.
Industrial
Las dinámicas productivas a gran escala requieren estructurar nuevos sistemas de generación que permitan reducir el impacto del encarecimiento energético, así como las altas temperaturas ocasionadas por El Niño y el cambio climático.
En este sentido, el gas licuado se articula perfectamente con tecnologías automatizadas para asegurar el rendimiento energético. Como resultado, en las instalaciones se consigue controlar la temperatura, la humedad y la circulación del aire. Esto beneficia la salud de los trabajadores, dado que trabajarán en un entorno con temperaturas más agradables.
El gas licuado también se incorpora como base energética más económica para el procesamiento térmico de semillas como el cacao o la fermentación de cerveza. Como consecuencia, es posible disminuir tanto el costo de las tarifas de la energía eléctrica como la emisión de gases de efecto invernadero.
Comercial
El bienestar de los clientes es clave para los establecimientos comerciales; por ello es necesario garantizar la demanda energética. En este sentido, el gas licuado es también una fuente de energía sostenible de alto rendimiento.
El sector hotelero, por ejemplo, puede disminuir su dependencia de las redes convencionales, que ahora cobran altas tarifas por la energía eléctrica. De hecho, el gas licuado verde ha convertido a los hoteles en referentes de sostenibilidad y confort, con sistemas de climatización, ventilación e iluminación que mitigan las altas temperaturas del fenómeno del Niño.
Por su parte, para los clientes de restaurantes, panaderías y reposterías este combustible es altamente beneficioso, ya que no produce hollín ni trazas de azufre, de modo que los alimentos están libres de sustancias peligrosas.
Conclusiones
Con El Niño 2023, Colombia enfrenta diversos desafíos para mantener su producción energética y mitigar los efectos negativos de este fenómeno climático sobre la economía. Al respecto, las altas temperaturas, la inseguridad alimentaria y el encarecimiento energético podrían tener consecuencias de alcance social, económico, político y ambiental. En este sentido, el gas licuado es una alternativa para cubrir la demanda energética y mejorar la productividad de los sectores agrícola, industrial y comercial.
Puntos importantes:
- El fenómeno del Niño 2023 será la causa de una temporada de sequía o de lluvias intensas por un lapso de nueve a doce meses.
- En Colombia, El Niño 2023 podría desencadenar olas de calor en las zonas costeras y heladas en las montañas. Como consecuencia, se afectaría el rendimiento de los cultivos y la capacidad de generación eléctrica por la disminución del nivel de los embalses.
- El gas licuado (GLP) es una alternativa energética y logística para asegurar la satisfacción de la demanda energética, la integridad de los procesos productivos, el acceso a energías más limpias y la innovación tecnológica en los sectores agrícola, industrial y comercial.