El gas licuado como eje de la transición energética de embarcaciones

La Organización Marítima Internacional (OMI) planteó reducir las emisiones del transporte marítimo internacional en un 50 % para 2030 y un 70 % para 2050. Así, el gas licuado juega un papel central en la transición energética de este sector.

La transición energética constituye uno de los principales desafíos de la industria naval. De acuerdo con la COP 27 de las Naciones Unidas, este sector genera anualmente el 3% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, es decir, si se tratara de un país, se convertiría en una de las 10 naciones más contaminantes del mundo.

Frente a este panorama, es necesaria la implementación de fuentes de generación energética con bajas emisiones y el diseño de embarcaciones con sistemas de combustión más limpios y eficientes. Mediante la guía presentada a continuación, descubrirás los beneficios que aporta el gas licuado (GLP) para el desarrollo de una industria naval sostenible en Colombia.

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Gas licuado (GLP) en la industria naval: 3 beneficios operativos:

La incorporación del gas licuado o NautiGLP como combustible para todo tipo de embarcaciones proporciona ventajas competitivas en aspectos relacionados con:

Eficiencia

El gas licuado posee un octanaje promedio de 112 respecto al promedio de 89 de la gasolina. Esto implica una mayor capacidad térmica que contribuye a un aumento del 20 % en el rendimiento del motor. Las experiencias internacionales son dicientes. En Chile ya se ha demostrado su potencialidad para la navegación en motores fuera de borda entre los 50 y 100 caballos de fuerza, mostrando velocidades de 21 nudos en embarcaciones con dos motores de 50 caballos de fuerza impulsados con gas licuado.

Asimismo, el gas licuado se caracteriza por ser un combustible liviano, por lo que su depósito de almacenamiento resta peso a la embarcación. En este sentido, la articulación de rendimiento, potencia y liviandad supone una base sólida para el fortalecimiento del turismo en casos como transporte de pasajeros en lanchas y barcos para recorridos ecológicos, zonas de glamping en islas o pesca deportiva. Por otro lado, embarcaciones de tipo militar ganan agilidad en sus maniobras, lo que optimiza las misiones de vigilancia y seguimiento de actividades ilícitas en sectores fluviales, costeros o de mar abierto.

Seguridad

La tendencia global en transporte marítimo ha realizado un viraje hacia estructuras tecnomecánicas con mayores índices de seguridad y vida útil. En este caso, el 27 % de los buques mercantes construidos a nivel mundial en 2020, ya cuentan con sistemas de gas licuado.

De este modo, embarcaciones industriales (buques cisterna y portacontenedores) y turísticas (veleros, yates y cruceros) asumen hasta un 20 % menos de gastos de mantenimiento una vez se encuentran operativas; ambas opciones permiten dinamizar a nivel económico las zonas portuarias y turísticas ubicadas en ciudades de la región Caribe y del Pacífico.

Además, los depósitos de almacenamiento están constituidos por componentes y mecanismos de alta resistencia a la presión interna e impactos externos, lo que disminuye notablemente el riesgo de escape e incendios. Sin embargo, si llegara a producirse una fuga de gas licuado, existen protocolos de seguridad para llevar a cabo una respuesta oportuna a posibles afectaciones materiales y humanas.

Esto hace del gas licuado un producto que puede ser transportado con facilidad. En el Puerto de Tumaco (Nariño), se registró la llegada de un buque con 2.600 toneladas de gas licuado proveniente de Houston (Texas) para atender el bloqueo de la Vía Panamericana. Su versatilidad logística posibilitó su descargue en 5 días y para su posterior distribución  en el abastecimiento de 390.000 hogares de Nariño y Cauca, por lo que se sitúa como una alternativa de enorme importancia frente a emergencias naturales, sociales o energéticas.

Sostenibilidad

El gas licuado se posiciona como un aliado en la lucha contra la crisis energética y el cambio climático. En este sentido, genera 81 % menos partículas y 21 % menos CO2 frente a la gasolina; así como 74 % menos partículas y 81 % menos CO2 frente al diésel.

Del mismo modo, el reemplazo de los combustibles fósiles por un sistema de gas licuado en las embarcaciones evita las emisiones de dióxido de azufre. Este componente químico disminuye el óptimo funcionamiento de los motores y aumenta las emisiones de metano, cuya acumulación atmosférica ocasiona efectos nocivos sobre la salud humana (enfermedades respiratorias) y el medio ambiente (lluvia ácida).

Otra de las grandes preocupaciones de la industria naval se relaciona con los vertimientos accidentales de combustible, dado que ocasionan una contaminación grave de ecosistemas marinos y fluviales. En contraste, el gas licuado es un combustible no tóxico, por lo que no representa impactos ambientales para los cuerpos de agua y su manejo es mucho más efectivo en escenarios de vertimiento.

Conclusiones:

Finalmente, el uso del gas licuado o NautiGLP se ha convertido en un elemento clave de la transición energética de la industria naval a nivel internacional. Como fuente de generación, garantiza la eficiencia energética en lo que concierne al costo/beneficio, la seguridad de almacenamiento e integridad de la flota y la sostenibilidad socioambiental. 

Por esta razón, Colombia puede implementar sus ventajas para el impulso de la economía del sector industrial, militar, turístico y de transporte en sus fronteras marítimas y canales fluviales. Si quieres dar tu primer paso hacia la innovación tecnológica y ambiental del gas licuado, consulta con nuestros expertos.

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Puntos más relevantes del contenido: 

• La industria naval se encuentra dentro de los sectores económicos más contaminantes.
• El gas licuado o NautiGLP es un combustible de bajas emisiones ideal para realizar la transición energética de la industria naval.
• El gas licuado provee eficiencia a las embarcaciones, por lo que potencializa su rendimiento, velocidad y ahorro en el uso del combustible durante la navegación.
• El gas licuado implica seguridad, pues su almacenamiento y gestión aporta vida útil y protección a la infraestructura de las embarcaciones.
• El gas licuado ofrece sostenibilidad, ya que previene los efectos nocivos asociados a los combustibles fósiles.