Contáctanos y recibe una asesoría en soluciones energéticas basadas en gas licuado.
Escucha aquí un resumen del artículo
El GLP ofrece ventajas económicas y medioambientales que facilitan la transición hacia el uso de energías renovables.
Los 195 países firmantes del Acuerdo de París, entre ellos Colombia, se comprometieron a reducir las emisiones netas de carbono para el año 2050. Para ello es necesario acelerar la transición energética, en la que el gas licuado de petróleo (GLP) tendrá un papel clave.
En efecto, el gas licuado es un combustible fósil que, como el gas natural, desempeñará un papel cada vez más importante como «combustible puente» en la transición a largo plazo hacia un sistema energético mundial verdaderamente sostenible.
El GLP es un aliado estratégico de las energías renovables. Ya que, tanto el GLP como las energías solar, eólica o geotérmica contribuyen a mejorar el acceso a la energía, acelerar el crecimiento económico y reducir el daño medioambiental.
Podría interesarte el artículo Medio ambiente: ¿a qué se han comprometido los países de América Latina en la cumbre sobre cambio climático?
Gas licuado, un socio natural de la transición energética
La quema de hidrocarburos ha hecho que los ecosistemas estén peligrosamente cerca de su punto de inflexión. Actualmente, como consecuencia del cambio climático, el daño a la biodiversidad del continente americano es del 31% y de no haber cambios, podría aumentar al 40% para 2050, según datos presentados por la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES) en 2018.
De allí lo importante de acelerar la revolución de las energías renovables. No obstante, estas energías renovables no pueden aún satisfacer todas las necesidades energéticas del mundo. Tampoco pueden hacerlo con la rapidez que se necesita para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
De allí que, para cumplir los compromisos medioambientales y avanzar hacia la sostenibilidad, la solución está en combinar diversos tipos de energías, entre ellas la provista por el GLP.
Al gas licuado de petróleo se le considera un complemento de las energías limpias por su capacidad de cubrir la intermitencia de las renovables. En efecto, a diferencia de estas energías (que dependen de que haya luz solar, sople el viento o existan determinadas condiciones meteorológicas), el GLP es una fuente de energía estable y continua que proporciona respaldo energético.
Podrías revisar el artículo No más usura en el gas propano GLP.
Lee también el artículo El GLP y su contribución a la calidad del aire.
Resiliencia del GLP ante el auge de las energías renovables
Se espera que para 2050 las energías renovables satisfagan hasta el 80% de la demanda mundial, según un informe de la consultora McKinsey.
En este contexto, dado que es un combustible fósil, podría parecer que el GLP no tendrá un papel importante en el sistema energético del futuro. Sin embargo, sus características específicas como sus emisiones de CO₂ reducidas (30% menos de emisiones de GEI en América del Sur, comparada con la electricidad de fuentes no renovables, y entre un 10% y 12% menos frente a vehículos propulsados con gasolina), lo posicionan muy bien para conciliar los objetivos ecológicos, económicos y sociales del mundo durante el tiempo que tomará completar el objetivo de alcanzar la eficiencia energética.
Para superar los años que se necesitarán para desarrollar y comercializar alternativas bajas en carbono, a precios competitivos y a gran escala, se necesitará usar GLP y otras fuentes de energía fósiles. Por ello, la inminente transición hacia las energías limpias implicará un cambio intermedio hacia fuentes de energía fósiles con menos emisiones de carbono como el GLP, para después usar biocombustibles, energía eólica o energía fotovoltaica.
El GLP, al ser un combustible menos intensivo en carbono, es el candidato ideal para reemplazar el carbón (el hidrocarburo más intensivo en carbono) y los diferentes derivados del petróleo.
Otras características del GLP lo convierten en un aliado de las energías limpias:
Puede ayudar a acabar con la deforestación
Uno de los acuerdos de la cumbre climática COP26 fue ponerle fin y revertir la deforestación para 2030. Colombia es uno de los países latinoamericanos que firmaron esta resolución. El GLP puede ayudar a lograr este objetivo, puesto que hace innecesario talar árboles para producir leña o carbón para cocinar.
En el macizo colombiano, por ejemplo, muchas familias campesinas, al no contar con otra opción energética, talaban los bosques para obtener leña para cocinar. Una situación similar ocurrió en Bangladés, donde se deforestaron cerca de 7.000 hectáreas por la misma razón. En ambos casos, el uso del GLP ha sido clave para recuperar las zonas boscosas.
Facilita el acceso a la energía
Las redes eléctricas y las tuberías de gas natural no llegan a todos los rincones del mundo, mientras que el gas licuado de petróleo es un combustible portátil.
En efecto, puede transportarse por carretera, ferrocarril o mar. Además, hay diversas opciones de envasado y almacenamiento, lo que permite que llegue hasta los lugares más remotos.
Impulsa el crecimiento de las empresas
El uso del GLP como apoyo a los combustibles del futuro es clave como medida para mitigar los daños medioambientales. Pero además tiene un papel crucial en las empresas. Solo una estrategia sostenible permitirá que una empresa crezca por décadas.
Las empresas también deben considerar que los consumidores tienen más conciencia ecológica. Por ello están migrando hacia productos y servicios de compañías que demuestren compromiso con el planeta. En este sentido, es fundamental reducir la huella de carbono o metano y, en general, cualquier otro indicador de daño medioambiental.
Asimismo, este combustible es capaz de impulsar el crecimiento de los negocios por su eficiencia. Comparado con los combustibles tradicionales, puede ser hasta cinco veces más eficiente, por lo que el aprovechamiento de la energía generada es mayor.
Lee el artículo El rol del gas en la energía sostenible.
Conclusiones:
El gas licuado de petróleo es un tipo de energía eficiente por muchas razones. Además de las expuestas anteriormente, el GLP tiene un poder calorífico mayor que cualquier otro combustible fósil, lo que se traduce en ahorro económico. Tampoco emite partículas y, en caso de fugas, no contamina el suelo ni los acuíferos. Además, si se usa junto a otra fuente como las energías geotérmica, solar o cualquier otra renovable, ayuda a disminuir la dependencia energética que se tiene de fuentes altamente contaminantes.
El cambio climático ha hecho que tanto gobiernos como empresas se preocupen por la sostenibilidad. Ante la necesidad de descarbonizar lo más rápido posible la producción y el consumo de energía, la solución puede estar en conseguir un equilibrio entre el uso de las renovables y alternativas bajas en carbono como el GLP.
Puntos importantes:
- El GLP puede ser un aliado estratégico de las energías renovables.
- El GLP está destinado a desempeñar un papel cada vez más importante como «combustible puente» en la transición hacia un sistema energético mundial sostenible.
- El GLP puede contribuir de forma rápida y eficiente a desacelerar el calentamiento global.
- La transición hacia las energías limpias implicará usar fuentes de energía fósiles con menos carbono, como el GLP.
- El gas licuado de petróleo, al ser un combustible menos intensivo en carbono, es el candidato ideal para reemplazar el carbón.