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La ruta hacia el carbono neutro presenta avances prometedores en LATAM, entre los que se destacan la primera planta comercial de eGL y nuevas opciones energéticas para la industria salmonera.
Actualmente unas tres cuartas partes de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero provienen del sector energético, según los últimos informes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El impacto del cambio climático y la demanda de energía, que en los últimos 10 años se ha incrementado en 30%, plantean la necesidad de aumentar progresivamente los esfuerzos por adoptar fuentes energéticas renovables.
Juan Francisco Richards Ovalle, gerente de desarrollo y nuevos negocios de Empresas Gasco, casa matriz de Unigas, describe el camino a la neutralidad en carbono en 3 grandes fases:
Fase 1: La eficiencia energética e inteligencia de uso; es decir, dejar de consumir lo que no debería.
Fase 2: El uso de energía de fuentes renovables más económicas como la solar, la eólica y la hidroeléctrica, que pueden tener limitaciones como su regularidad o facilidad de acceso.
Fase 3: La migración a combustibles renovables que pueden ser más costosos, pero que tienen todos los atributos para sostener la operatividad del sector industrial.
Los principales aliados en este proceso para reducir la huella de carbono con miras al 2050 han sido las innovaciones en producción e infraestructura. Este fue el compromiso que asumieron 77 países en el Acuerdo de París y que implica que las emisiones de CO2 que se producen globalmente se equilibren con su eliminación.
Richards Ovalle considera que entre los avances más importantes en materia energética en los últimos 5 años, se destacan dos tendencias de investigación:
El Dimetil éter (DME): el desarrollo de este combustible de origen biológico es tan prometedor que, de superarse algunos obstáculos técnicos, podría ser una alternativa al diésel.
Direct Air Capture (DAC, por sus siglas en inglés): las tecnologías que permiten capturar el carbono directamente de la atmósfera, sacar la molécula para reutilizarla en eCombustible, como el gas licuado carbono neutro, sin desbalancear las concentraciones del aire.
En Unigas nos mantenemos participando activamente en la búsqueda de soluciones energéticas que nos permitan alcanzar la meta de cero emisiones para el 2050. Es un compromiso compartido con nuestra casa matriz, Empresas Gasco, que avanza en el desarrollo de eCombustibles con dos iniciativas pioneras: la primera planta comercial de gas licuado carbono neutral (eGL) y el primer sistema fotovoltaico flotante para la industria acuícola en Chile.
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Proyecto Haru Oni: producción de e-fuel en la Patagonia
Junto a Highly Innovative Fuels (HIF), Empresas Gasco está participando en la construcción de la primera planta integrada y comercial a gran escala del mundo, para obtener gas licuado carbono neutral (eGL). El proyecto Haru Oni, en el que participan diversas multinacionales de la industria, se desarrolla en la Patagonia chilena, una de las zonas con mejores recursos eólicos del mundo.
“En este piloto se busca capturar carbono de la atmósfera, obtener el hidrógeno del agua y combinarlo con electricidad renovable, para producir gas licuado carbono neutral (eGL). El mayor reto aquí es separar de manera eficiente el CO2, porque sería una tecnología clave que nos daría autonomía de otras fuentes renovables de carbono”, explica el experto de Empresas Gasco.
La planta actualmente cuenta con una turbina eólica de 5 MW de potencia y una capacidad de producción de alrededor de 130.000 litros de eCombustibles. Para la primera fase comercial, en aproximadamente 2 a 3 años, se proyecta un parque eólico de 300 MW, es decir, 60 veces la capacidad actual. En términos de producción se aspira a alcanzar unos 550 millones de litros de combustible verde.
“Para el sector energético representa una iniciativa muy importante, porque permitirá sentar las bases del mercado de gas licuado carbono neutro (eGL), un producto totalmente nuevo a nivel mundial. Proyectamos que de 3 a 5 años podremos desarrollar una plataforma comercial robusta para atender los mercados desarrollados”, acota Richards Ovalle.
Adicionalmente la planta Haru Oni supone prometedores avances en la generación de electricidad renovable, una tecnología que puede escalar a otros sectores industriales y que tiene planes de crecimiento en Estados Unidos, Australia y el Medio Oriente.
Planta en Salmones Aysén: Energía fotovoltaica flotante
Otro de los proyectos de vanguardia de la casa matriz de Unigas se desarrolla en una empresa salmonera de la región de Los Lagos. Se trata de la primera plataforma solar flotante para la industria acuícola en Chile, que permite la generación de electricidad con cero emisiones de CO2. La estructura instalada en Salmones Aysén, con una superficie de radiación de 180 m2, alcanza una potencia máxima de 35 kW en las horas de mayor radiación y se complementa con su sistema de gas licuado.
“Es la primera vez que ofrecemos servicios fotovoltaicos en el ambiente marino, que es mucho más complejo que los sistemas en agua dulce. El principal desafío de este proyecto es el rendimiento y conservación de los paneles solares, no solo por las características del agua salada, sino por la convivencia con la vida marina, en donde encontramos desde gaviotas hasta leones marinos”, señala el gerente de desarrollo y nuevos negocios.
Las plantas de cultivo de salmón históricamente usaban diésel, porque requieren de un sistema eléctrico que genere grandes cantidades de energía, pero que le ofrezca seguridad y autonomía en el suministro. La industria comenzó la transición energética con la implementación de gas licuado GLP como una solución eficiente, segura y sostenible, que reduce considerablemente el impacto ambiental. Ahora con esta iniciativa en Salmones Aysén, esta plataforma permitirá reducir aún más las emisiones de CO2, al generar electricidad durante el día con paneles solares y complementarlo con el sistema actual de propano, que le ofrece Empresas Gasco.
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El último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el impacto del cambio climático indica la necesidad de acelerar la transición energética y la reducción del uso de combustibles fósiles. Gracias a los desarrollos tecnológicos, las políticas públicas de los países comprometidos y los esfuerzos del sector privado, se han registrado importantes avances en el camino hacia las cero emisiones netas de carbono en 2050.
La casa matriz de Unigas, Empresas Gasco, se destaca a nivel regional por sus iniciativas para desarrollar alternativas que reduzcan la huella de carbono. “Nuestro objetivo en esta transición energética a escala mundial, no es solo ofrecer soluciones para esta fase del proceso, sino generar valor a toda la cadena de producción. Para ello, debemos evolucionar a la par de nuestros clientes, acompañándolos con el desarrollo de productos que garanticen su neutralidad en carbono y una operación costoeficiente” concluye Richards Ovalle.
En asociación con Castleberry Media, estamos comprometidos con el cuidado de nuestro planeta. Por lo tanto, este contenido es responsable con el medioambiente.
Puntos importantes
- La demanda de energía que en los últimos 10 años se ha incrementado en 30% y las consecuencias del calentamiento global indican la necesidad de acelerar las acciones para alcanzar las cero emisiones netas de carbono en 2050.
- Entre los avances más importantes hacia la neutralidad en carbono, destacan dos grandes vertientes: la producción de combustible de origen biológico y la generación de electricidad renovable (de fuente fotovoltaica, eólica o hidráulica).
- La casa matriz de Unigas, Empresas Gasco, se destaca a nivel regional por el desarrollo de iniciativas en la segunda vertiente. Entre ellas se encuentran la primera planta comercial de combustible verde y el primer sistema fotovoltaico flotante para la industria acuícola en Chile.