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La implementación de tecnologías digitales para el uso y distribución del gas licuado genera beneficios en eficiencia, ahorro económico y sostenibilidad.
La eficiencia energética y la optimización de recursos es ahora una meta importante para las empresas en todo el mundo. Esto también aplica al sector de la energía, especialmente en lo que respecta al gas licuado.
Según afirma Holguer Moreno, director técnico nacional de Unigas en Colombia, la implementación de tecnologías digitales ofrece una oportunidad única para mejorar los procesos de monitoreo, logística y consumo de este combustible.
«En esta época, la tecnología crece de manera exponencial e industrias como la nuestra deben estar a la vanguardia del crecimiento y el surgimiento de nuevas tecnologías para su implementación».
Beneficios de la tecnología digital en el consumo y distribución de gas licuado
Las tecnologías digitales benefician a las empresas distribuidoras de este combustible y a los clientes industriales de gas licuado.
Monitoreo remoto de niveles de tanques en tiempo real
Según explica Moreno, los sistemas como los sensores de nivel «permiten al cliente tener una verificación o un conocimiento de la cantidad de producto que tienen en su tanque de almacenamiento».
Gracias a esta información actualizada de forma remota, las empresas pueden saber cuándo se está agotando su inventario de gas licuado. Como señala el director técnico de Unigas, esto les permite «anticiparse a la solicitud del producto cuando están consumiendo más de lo normal». De esta forma preventiva se evitan interrupciones en los procesos productivos por la falta de combustible.
Mejor planeación de las operaciones
El uso de tecnología permite a empresas como Unigas optimizar cómo planean y organizan la entrega de gas licuado. Según Holguer Moreno, al tener información actualizada sobre cuánto gas tienen los clientes, pueden mejorar la forma en que deciden sus rutas de entrega.
«Eso nos permite a nosotros proyectarnos, planear y programar una ruta de manera adecuada», indica. Esta optimización de las rutas se traduce en una reducción de los costos de transporte y tiempos de entrega.
Control de procesos y detección de ineficiencias
Otro de los beneficios de la digitalización es que permite tener un mayor control y un mejor seguimiento de los procesos internos. Gracias a dispositivos que miden el consumo y tecnologías que envían datos al momento, las empresas pueden vigilar aspectos como la cantidad de gas licuado que se usa en las calderas, la temperatura del vapor emitido, la presión y otros factores.
«Esto, en combinación con otras tecnologías como medidores volumétricos o medidores másicos, que también permiten implementar tecnologías para enviar la información de modo remoto, les permite conocer en tiempo real cuál es el consumo particular de los diferentes procesos que internamente puedan tener cada una de estas industrias», explica Moreno.
Así, las compañías pueden identificar dónde se están produciendo excesos en el consumo y ver qué procesos o máquinas usan más energía. Esto ayuda a mejorar el funcionamiento de los equipos, lo que a su vez reduce los costos operativos y energéticos.
Beneficios ambientales de la digitalización
La mejora que las tecnologías digitales aportan a la distribución de gas licuado no solo afecta la logística y operaciones. Holguer Moreno señala que estas tecnologías también tienen un impacto importante en la protección del medio ambiente.
Optimización de rutas de suministro
El director técnico de Unigas menciona que el monitoreo del consumo permite a Unigas optimizar las rutas de entrega. Planificar con base en la información sobre cuánto gas queda en los tanques de los clientes lleva a una logística más eficiente.
Moreno explica que si logran tener rutas previamente definidas, en las que el camión va con una cantidad de combustible y ya saben previamente cuáles son los tanques a los que se les debe suministrar, se reduce el impacto ambiental porque la generación de CO2 de los vehículos es menor.
Menos pérdidas
La tecnología que permite el control preciso del máximo nivel de llenado de los tanques de gas licuado evita la activación no deseada de válvulas de alivio por sobrellenado. Esto ocurre en ocasiones debido a que «se presentan algunas situaciones con las personas que están suministrando y en las que quizás no se logra tener de una manera adecuada el máximo nivel de los tanques».
Al evitar el desbordamiento, se impide que estas válvulas emitan durante unos segundos pequeñas cantidades de gas licuado a la atmósfera. Según el directivo de Unigas, «esto siempre lo buscamos reducir también a través de estos equipos».
Menos emisiones por arranques y paradas
Las tecnologías de monitoreo remoto de niveles de tanques de gas licuado permiten tener un impacto positivo al facilitar una operación más continua. Al prever con mayor precisión cuándo es necesario rellenar los tanques y evitar que se queden sin gas, se pueden prevenir paradas no programadas en las fábricas que dependen de este combustible.
Según explica Moreno, así se evita que los clientes tengan que generar nuevos arranques de sus máquinas y, por tanto, unas inercias de mayores consumos. En efecto, volver a calentar calderas a máxima temperatura y presión luego de una parada «se traduce finalmente en mayores consumos de energía».
Control de emergencias
Asimismo, Moreno destaca la importancia de las tecnologías para la detección de fugas. Estas tecnologías pueden identificar si hay escapes en el ambiente y activar alarmas de inmediato. La capacidad de detectar estas fugas rápidamente es esencial para prevenir posibles efectos adversos tanto para la seguridad como para el medio ambiente.
Estas «tecnologías generan esa información en tiempo real para tomar una acción en el momento que se presenta y poder mitigar y controlar cualquier situación que se dé frente al tema de emisiones», afirma. Este enfoque proactivo no solo mejora la seguridad, sino que también minimiza el impacto ambiental.
Optimización de calderas: un caso de éxito en la industria frigorífica
Uno de los casos destacados que menciona Holguer Moreno es el de una empresa frigorífica. En este caso, Unigas implementó soluciones tecnológicas tanto en los tanques de almacenamiento de gas licuado como en el sistema de generación de vapor utilizado en sus procesos productivos.
De modo que se instalaron diversos sensores y medidores en las calderas para monitorear en tiempo real variables como:
- El consumo de combustible
- Temperatura y presión del vapor
- Caudal de vapor
- Cantidad de agua caliente que retorna a la caldera
Gracias al análisis de los datos recopilados, se detectó que una de las calderas era demasiado grande para lo que realmente necesitaba la planta frigorífica. Por ello, se procedió a cambiar la unidad por una caldera de menor capacidad, más acorde a los requerimientos reales de producción.
Esta mejora, posible gracias a la introducción de tecnologías para monitorear y analizar, resultó en un consumo menor de gas licuado en las calderas, además de generar ahorros económicos importantes para el cliente.
Conclusiones
El futuro de la digitalización y de su aporte al desarrollo de la industria energética es prometedor. De acuerdo con el director técnico de Unigas, las tecnologías están surgiendo y cambiando todos los días, por lo que hay que estar muy atentos a las nuevas opciones de hacer las cosas para implementarlas.
El experto también recomienda a las compañías no dejar de buscar alternativas tecnológicas. Afirma que siempre hay oportunidades para evolucionar, innovar e implementar tecnologías que permitan realizar las tareas de manera más fácil, rápida, segura y con una presentación mejorada.
Por lo tanto, “la invitación es a seguir trabajando en la implementación de tecnología y utilizarla de manera adecuada a nuestro favor”. Esto se traducirá en eficiencia en todos los aspectos: en los procesos, el consumo de energía, la economía y la seguridad. Además, contribuye al desarrollo del país.