¿Quieres que tu negocio cuente con un energético como el gas licuado?
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Colombia se ubica como el tercer país con mayor consumo de cerveza en Latinoamérica. En este sentido, ¿es posible mejorar sus procesos productivos y contribuir al cuidado del medioambiente?
La edición 2022 del Oktoberfest promete una enorme asistencia de público en nuestro país. Según los datos recopilados por expertos, Colombia registró su mayor consumo de cerveza en 25 años con un promedio de 54,1 litros por persona en 2021; asimismo, el 75% de los gastos destinados a licores se concentraron en este tipo de bebida durante el mismo período.
Ante la expansión de este mercado, es vital que se establezca un marco operativo que garantice el desarrollo de sus productos a partir del uso eficiente de las materias primas. Mediante el texto expuesto a continuación, te explicaremos el proceso de elaboración de la cerveza y el papel central del gas licuado en el fortalecimiento de una estrategia de sustentabilidad ecológica y empresarial.
Industria cervecera: gas licuado como alternativa sostenible
La fabricación de la cerveza se caracteriza por las fases enumeradas a continuación:
Cultivo
La cerveza tiene su origen en cereales como cebada, trigo, avena o centeno. De esta forma, los cultivos de este tipo requieren de una serie de cuidados como:
Desinfección de sustratos: el acondicionamiento de un nuevo terreno de siembra incluye remoción del suelo y aplicación de calor mediante un soplete para eliminar la presencia de patógenos. Frente a otros combustibles, el gas licuado (GLP) supone un elemento integrador en la medida que genera una menor huella de carbono y una toxicidad nula (sin hollín) para el ecosistema y la salud humana.
Gestión hídrica: el sistema de aspersión suple condiciones necesarias como limpieza de las plantas, regulación de temperatura, prevención del encamado, y adaptación contra heladas. En este caso, el gas licuado se posiciona como una fuente energética de bajo costo para automatizar el uso eficiente del agua, dado que los sistemas de inundación tradicionales como el riego por gravedad, generan desperdicios de agua entre el 40% y 60%; mientras que la aspersión utiliza con precisión el recurso disponible teniendo en cuenta variables como cantidad, tiempo y alcance.
Eliminación de plagas: Existe una amplia variedad de enfermedades que perjudican los cultivos; sobre todo en la etapa cercana a la cosecha con afectaciones entre 35% y 40% de la producción. Así, el agricultor puede retirar las plantas infectadas y emplear el gas licuado como incinerador para evitar la propagación de esporas.
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Malteado
Consiste en la transformación de los granos de cebada (y otros cereales) cultivados en malta de cerveza. Es decir, su germinación y secado controlado para activar las enzimas que permiten la conversión del almidón en azúcares; del mismo modo, el grado de tostado (temperatura y humedad) determina el color de la cerveza (claro u oscuro). De esta manera, el gas licuado supone una excelente opción para abastecer la máquina secadora, ya que posee:
- Poder calorífico: la capacidad de 12.100 [kcal/kg] supera a la gasolina y el petróleo diésel. Esto representa una disminución en gastos por un mayor rendimiento de los recursos.
- Versatilidad: la menor densidad facilita su transporte y almacenamiento de tal forma que su manejo es mucho más seguro que otros combustibles.
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Molienda y maceración
Implica la trituración de la semilla sin dañar su capa exterior. Luego, se sumerge en agua caliente durante un tiempo y con temperatura variable para obtener un azúcar fermentable denominado mosto de cerveza. Una vez terminado el proceso de maceración, el mosto pasa por un filtro para separar el bagazo (restos de cáscara del grano).
Cocción
La temperatura del mosto alcanza el nivel de ebullición. Este hervido (efectuado entre 1 y 2 horas), propicia la:
Pasteurización: eliminación de microorganismos nocivos.
Lupulización: agregado de lúpulos u otros ingredientes como jengibre o melaza para dar aroma y sabor a la cerveza. Precisamente, su sabor amargo característico surge de un mayor tiempo de hervido.
Clarificación: destrucción de las proteínas que ocasionan turbidez. Para esto, se realiza un movimiento de fuerza centrífuga (denominado whirlpool) que contribuye a la sedimentación de partículas en el fondo y centro del recipiente.
En este sentido, el gas licuado puede participar tanto en un sistema de calefacción por vapor como de llama directa, donde se aprovecha su poder calorífico en todo el proceso productivo del mosto desde la maceración hasta la cocción.
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Enfriado
La temperatura del mosto se reduce a partir de un sistema de refrigeración conformado por un intercambiador de calor de hélice. Generalmente, se utiliza un serpentín de acero inoxidable por el que circula agua a 20ºC (para levadura ale) y 8ºC (para levadura lager).
Fermentación
Cuando el mosto llega a la temperatura deseada, se traslada a un tanque de fermentación donde se añaden levaduras como Saccharomyces pastorianus (lager con necesidad de entornos fríos) o Saccharomyces cerevisiae (ale adaptada a altas temperaturas), que se encargan de convertir los azúcares en alcohol y emitir CO2. Se debe tener cuidado de no agregar una gran cantidad de levadura, ya que ocasionaría la aparición de ésteres (mal sabor) debido a la competencia por nutrientes; ni agregar poco, porque retrasaría la fermentación y aumentaría los costos de producción.
Dependiendo de la alta o baja floculación de la levadura, la cerveza fermentará más rápido y tendrá mayor o menor claridad. Finalmente, según el tipo de cerveza, existe una etapa de:
- Acondicionamiento a bajas temperaturas por un tiempo variable de 1 a 6 semanas para dar consistencia al sabor, color y aroma.
- Carbonatación, es decir, inyección de dióxido de carbono a alta presión. Esto influye en la calidad de la cerveza en aspectos como el grado de amargor y la cantidad de espuma al momento de servirla.
Embotellado
Una vez terminado el proceso de fermentación, la cerveza puede ser vertida en botellas, barriles o latas para su comercialización.
Es por esto que el gas licuado se posiciona como un elemento de vital importancia para la fabricación de cerveza. En primer lugar, contribuye al cuidado y buena salud de los cultivos de los cereales que dan lugar a la cerveza. En segundo lugar, interviene activamente en las fases de malteado, molienda, maceración y cocción, dándole a la materia prima utilizada la calidad (aroma, sabor y color) necesaria mediante el control preciso de temperatura y humedad. Finalmente, el gas licuado brinda el apoyo energético en las tareas de enfriado y fermentación, que culminan la producción de cerveza y la preparan para su venta al público.
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Conclusiones:
La industria de la cervecería requiere del cumplimiento estricto de diversos estándares durante sus procesos de fabricación, además de presentar un alto consumo energético en diversas tareas específicas (quemar, calentar, enfriar, embotellar, etc.). En este sentido, el gas licuado se instaura como un aliado fundamental para la cobertura de la demanda energética de cada tarea, la optimización de los recursos energéticos y el control de calidad del producto final desde una perspectiva más económica, limpia, eficiente, estable, competitiva y respetuosa del medioambiente. Para obtener la información necesaria e iniciar una transformación energética empresarial de largo plazo basada en el gas licuado, consulta con nuestros expertos.
En asociación con Castleberry Media, estamos comprometidos con el cuidado de nuestro planeta. Por lo tanto, este contenido es responsable con el medioambiente.
Puntos más relevantes del contenido:
- La cerveza es la bebida alcohólica de mayor consumo en Colombia.
- La producción de cerveza contempla 7 fases: cultivo, malteado, molienda y maceración, cocción, enfriado, fermentación y embotellamiento.
- El gas licuado (GLP) constituye un elemento central en la obtención y tratamiento de materia prima de primera calidad. En el cultivo, garantiza granos con características óptimas y los procesos sucesivos llevan a buen término la fermentación de la cerveza.
- El gas licuado aporta ventajas competitivas en cuestión de precio, capacidad energética y responsabilidad ambiental.