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El carbón es el combustible fósil más utilizado para generar energía. En números, dos tercios del carbón mundial se usa para este fin, mientras que gran parte del porcentaje restante se emplea en la fabricación de hierro y acero.
Conoce los efectos negativos del carbón.
El modo en que el carbón se extrae, se prepara, se almacena y se transporta tiene efectos perjudiciales en la salud pública y el medioambiente. Esa ha sido la principal razón para que varios países hayan disminuido la generación de electricidad a partir del carbón e incluso se declaren libres de usar esta fuente en su mezcla energética.
En 2014, Estados Unidos producía 39% de su electricidad a partir de carbón: la segunda fuente de energía más importante detrás del gas natural. En 2020, tal proporción se había reducido a 19,3%.
En total, el consumo de carbón en el sector de la energía eléctrica en Estados Unidos se redujo a 436,52 millones de toneladas en 2020, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés). En contraste, entre 2005 y 2008 ese país usó más de mil millones de toneladas de carbón al año.
Entiende por qué todo lo que conoces sobre energía en Estados Unidos podría no ser cierto.
Después de China y algunos otros países asiáticos, Estados Unidos era la nación que más usaba este combustible fósil y la que más invertía en centrales eléctricas de carbón. El significativo descenso del uso del carbón en Estados Unidos se debe a su creciente sustitución por energías limpias a un costo cada vez más asequible y sin que causen daños al medioambiente ni a la salud de las personas; también a la utilización de combustibles fósiles limpios y escalables, como el gas licuado de petróleo (GLP).
Visita el artículo «El mundo necesita salir del carbón, ¿por qué eso es tan difícil?»
Mientras que Estados Unidos ha disminuido gradualmente el carbón para generar energía, nueve países europeos han sido más radicales y lo han descartado por completo en su mezcla energética: Albania, Austria, Bélgica, Chipre, Estonia, Islandia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Suecia y Suiza.
En 2020, cuatro países asiáticos (Indonesia, Vietnam, Bangladés y Filipinas) cancelaron varios proyectos energéticos basados en el carbón, diseñados para producir 45 gigavatios de electricidad (equivalente a más del 25% de la capacidad energética total de Alemania).
También existe la Alianza Global para Eliminar el Carbón, que reúne a 36 países, 20 regiones y 50 organizaciones. Es una iniciativa de los gobiernos de Canadá y Reino Unido durante la cumbre climática COP23 en noviembre de 2017, celebrada en Bonn.
En América Latina existe el informe Carbono Cero América Latina y el Caribe 2019, presentado durante la COP25, realizada en Madrid. Dicho informe plantea los beneficios de descarbonizar la región, que se traduce en un ahorro de 621.000 millones de dólares por año si lograse alcanzar una matriz renovable.
Ya en el caso particular de Colombia, la producción de carbón disminuyó 40% en 2020 (de 82,4 millones de toneladas producidas en 2019 pasó a 49,5 millones de toneladas en 2020), de acuerdo con un comunicado de la Agencia Nacional de Minería (ANM).
En abril de 2021, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible anunció la estrategia ‘Colombia Carbono Neutral’, que busca disminuir los Gases de Efecto Invernadero (GEI) de cara a 2050.
Conoce cómo podemos deshacernos del combustible más dañino del mundo.
En definitiva, el uso del carbón ha dejado de tener sentido. Estas son las principales razones:
a) Efectos negativos sobre el medioambiente y la salud pública:
¿El mundo está preparado para terminar la era del carbón?
Contaminación del aire. La quema de carbón libera en el aire toxinas y contaminantes, como mercurio, plomo, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, partículas y otros metales pesados, causantes de nieblas de humo (esmog) y lluvia ácida.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición al aire contaminado aumenta el riesgo de padecer infecciones respiratorias, daños cerebrales, problemas cardíacos, cáncer, trastornos neurológicos y muerte prematura.
Contaminación del agua. El agua se contamina con metales pesados y toxinas durante la extracción de carbón o la manipulación de sus productos de desecho. Lagos, ríos, arroyos y reservas subterráneas de agua potable son víctimas de las minas y las centrales de carbón.
Conoce por qué reemplazar carbón con gas o con energías renovables puede salvar billones de galones de agua.
Además, las centrales consumen mucha agua: cada tonelada de carbón extraída requiere más de 10.000 litros de agua.
Un estudio de la Universidad de Duke encontró que producir energía con gas natural o con energías renovables, como la solar o la eólica, disminuye la demanda de agua en 10.500 galones por cada megavatio de electricidad producido. “La transición al gas natural ―y aún más, a las fuentes de energía renovables― supone un ahorro de miles de millones de galones de agua», afirmó Avner Vengosh, profesor de geoquímica y calidad del agua de la Escuela de Medioambiente de la Universidad de Duke.
Lee aquí el artículo Agua contra el carbón.
Es el combustible fósil más dañino. El carbón produce 44% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) y su quema emite más del doble de CO2 que el gas natural para generar la misma cantidad de energía. El dióxido de carbono es uno de los principales causantes del calentamiento global, cuyas consecuencias más graves son sequías, aumento del nivel del mar, inundaciones, temperaturas extremas y desaparición de especies animales y vegetales.
Deforestación y erosión. Construir los caminos que conducen a una mina de carbón exige cortar o quemar árboles, y degradar el suelo. Las tierras cercanas a las minas ya no pueden utilizarse para sembrar y los suelos desprendidos son arrastrados por las lluvias hasta llegar a ríos, arroyos y otros cursos de agua.
b) Las energías renovables son más rentables y amigables con el medioambiente
Entiende por qué un futuro más verde comienza con un cambio de las alternativas al carbón.
Un reporte de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés), publicado en 2020, encontró que producir energía renovable era menos costoso que hacerlo mediante centrales de carbón.
Profundiza sobre el bajo costo de las energías renovables frente al carbón.
En promedio, la energía solar fotovoltaica y la energía eólica terrestre cuestan menos que mantener en funcionamiento muchas de las centrales de carbón existentes, lo que ha reforzado el objetivo de eliminar por completo la generación de energía a partir del carbón.
«Hemos llegado a un importante punto de inflexión en la transición energética. Los argumentos a favor de la generación de energía a partir del carbón son injustificables tanto desde el punto de vista medioambiental como económico», explicó Francesco La Camera, director general de IRENA.
Desde 2010, la energía solar fotovoltaica ha registrado el mayor descenso de costos (82%), seguida del 47% de la eólica terrestre, reveló el reporte.
¿Por qué las energías renovables se volvieron tan económicas rápidamente?
GLP como aliado clave en la transición energética
Conoce qué es el GLP.
Las características del gas licuado de petróleo (GLP) y sus ventajas sobre otros combustibles fósiles y no fósiles ayudarán a alcanzar los objetivos medioambientales, económicos y sociales del mundo, durante el largo período que tomará completar la transición energética.
En efecto, el GLP es uno de los combustibles que menos emiten dióxido de carbono, detrás del gas natural. Prácticamente no produce hollín y a diferencia de la mayoría de los demás combustibles no renovables, tiene bajas emisiones de monóxido de carbono, hidrocarburos no quemados y óxidos de nitrógeno, que son los agentes causantes del esmog. Sustituir el carbón por GLP para producir energía reducirá significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
De igual forma, el GLP puede ayudar en lugares que actualmente carecen de infraestructura de distribución de gas natural. Es una alternativa moderna para países en vías de desarrollo y que requieren una solución energética limpia, eficiente y práctica.
Otras ventajas:
El GLP se utiliza en los principales sectores de uso final de la energía:
- Residencial
- Agricultor
- Comercial
- Industrial
- Transporte
Conoce aquí NUESTRAS SOLUCIONES.
En general, el GLP sirve para cocinar, calentar agua y proporcionar calefacción, además de generar electricidad. En la industria del transporte, es una alternativa de combustible para vehículos y motores náuticos.
Asimismo, el GLP es una solución escalable y flexible, incluso en comunidades remotas y con poca infraestructura.
Además, no requiere grandes inversiones en comparación con otras fuentes de energía y el GLP puede transportarse por mar, ferrocarril o carretera.
Visita el estudio de World LPG Association sobre el GLP y la transición energética.
Los estragos del cambio climático y sus efectos en la salud pública demandan soluciones más sostenibles para generar energía, cuya demanda mundial crecerá 30% para 2040, según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En 2021, la quema de carbón ha dejado de ser una práctica justificable, tanto por sus daños medioambientales como por sus costos económicos. La transición energética será una mezcla entre gas natural, gas licuado de petróleo y energías renovables.
¿Por qué necesitamos dejar el carbón?
Puntos principales:
- El modo en que se extrae, se prepara, se almacena y se transporta el carbón tiene efectos perjudiciales en la salud pública y el medioambiente.
- La significativa disminución del uso del carbón se debe a su creciente sustitución por energías limpias a un costo cada vez más asequible y sin que causen daños al medioambiente ni a la salud pública; también a la utilización de combustibles fósiles limpios y escalables, como el gas licuado de petróleo (GLP).
- La Alianza Global para Eliminar el Carbón, formada por 36 países y más de 50 organizaciones, trabaja para eliminar gradualmente el carbón como fuente de energía.
- Las energías renovables tienen costos inferiores a la energía producida a partir de carbón.
- Sustituir el carbón por GLP para producir energía permitirá reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Contenido elaborado por Castleberry Media para Empresas Gasco.